viernes, 18 de octubre de 2013

"Recuerdo que una vez le dije a una persona que estaba en un circulo vicioso de la depresión: “Imagina lo que es escucharte cada día, verte cada día, imagina que tú eres esa amiga que te escucha, (ella se quejaba que todos la abandonaban), no te abandonarías también?, estas palabras repercutieron tan profundamente en su vida, que nunca más volvió a auto-compadecerse ni a ser depresiva, su vida dio un giro de 360º"
Maritza Escalona,
asesor en psicología pastoral, orientador familiar.

jueves, 17 de octubre de 2013

Tratamiento

En contraste del tratamiento en el que uno mismo puede ayudarse y llegar a superar esta enfermedad, existen otros tipos de tratamiento a los que se deben recurrir cuando ya la situación parece grave y se necesita de ayuda externa.

El primer paso para recibir un tratamiento adecuado para la depresión consiste en un examen médico. Ciertos medicamentos, así como algunas enfermedades, por ejemplo infecciones vitales, pueden producir los mismos síntomas que la depresión. El médico debe descartar esas posibilidades por medio de un examen físico, entrevista del paciente y análisis de laboratorio. Si causas físicas son descartadas, el médico debe realizar una evaluación psicológica o dirigir a el paciente a un psiquiatra o psicólogo.

Una buena evaluación diagnóstica debe incluir una historia médica completa. ¿Cuándo comenzaron los síntomas, cuánto han durado, qué tan serios son? Si el paciente los ha tenido antes, el médico debe averiguar si los síntomas fueron tratados y qué tratamiento se dio. El médico también debe preguntar acerca del uso de alcohol y drogas, y si el paciente tiene pensamientos de muerte o suicidio. Además, la entrevista debe incluir preguntas sobre otros miembros de la familia.




Medicamentos
Hay varios tipos de medicamentos antidepresivos utilizados para tratar trastornos depresivos. Estos incluyen los "inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina"(ISRS) que son medicamentos nuevos, los tricíclicos y los "inhibidores de la monoaminoxidasa" (IMAO). Los ISRS y otros medicamentos aún más nuevos, los llamados de efecto dual, que afectan los neurotransmisores como la dopamina o la noradrenalina, generalmente tienen menos efectos secundarios que los tricíclicos. Algunas veces el médico prueba una variedad de antidepresivos antes de encontrarse el medicamento o combinación de medicamentos más efectiva. Generalmente la dosis se debe ir aumentando hasta que la medicación es efectiva. Por lo general, el efecto terapéutico completo de los medicamentos antidepresivos no se observa inmediatamente. Hay que tomarlo en dosis adecuadas por 3 ó 4 semanas, y en algunos casos lleva hasta 8 semanas, para que se produzca el efecto completo. Sin embargo a veces se empiezan a ver mejorías en las primeras semanas.

Es posible que el paciente se sienta tentado a dejar de tomar el medicamento prematuramente. Él puede sentirse mejor y pensar que ya no lo necesita. O puede pensar que el medicamento no le está ayudando en absoluto. Es importante seguir tomando el medicamento hasta que éste tenga oportunidad de actuar en el organismo. Algunos efectos secundarios (vea la sección Efectos Secundarios) pueden aparecer incluso antes de que se produzca el efecto antidepresivo. Una vez que el paciente se sienta mejor, es importante continuar el medicamento por 4 a 9 meses para prevenir una recaída de la depresión. Algunos medicamentos deben dejar de tomarse gradualmente (es decir reduciendo la dosis poco a poco) para dar tiempo a que el organismo se adapte y para prevenir síntomas de abstinencia, los que se producen cuando algunos medicamentos se descontinúan abruptamente. En los casos de trastorno bipolar y depresión severa crónica o recurrente, es posible que el paciente tenga que tomar el medicamento por un tiempo indefinido.

Al contrario de lo que algunas personas creen, los medicamentos antidepresivos no crean hábito. Sin embargo, como sucede con cualquier tipo de medicamento recetado por periodos prolongados, los antidepresivos deben ser supervisados cuidadosamente por el médico para determinar si se están dando en una dosis correcta. El médico debe verificar la dosificación y la efectividad del tratamiento en forma periódica.

Nunca se deben combinar medicamentos de ningún tipo—recetados, sin receta o prestados—sin consultar al médico. Cualquier otro profesional de la salud que pueda recetarle un medicamento (por ejemplo el dentista u otro especialista) tiene que saber qué medicamentos está tomando el paciente. Aunque algunos medicamentos son inocuos cuando se toman solos, si se toman en combinación con otros pueden ocasionar efectos secundarios peligrosos. Algunas substancias, como el alcohol y las drogas de adicción, pueden reducir la efectividad de los antidepresivos y por lo tanto se deben evitar. Deben evitarse el vino, la cerveza y las bebidas alcohólicas destiladas, por ejemplo tequila, gin, ron, vodka, whisky y licores. A algunas personas que están tomando uno de los antidepresivos nuevos, el médico puede permitirles el uso de una cantidad moderada de alcohol, si la persona no ha tenido un problema de alcoholismo.

Los sedantes o medicamentos ansiolíticos, que se dan para la ansiedad, no son antidepresivos. A veces son recetados junto con los antidepresivos, sin embargo, por si solos no son efectivos para tratar la depresión. Los estimulantes, como las anfetaminas, no son efectivos para tratar la depresión. Ocasionalmente se utilizan bajo estricta supervisión médica en personas que padecen al mismo tiempo de una enfermedad física y de depresión.

Las preguntas sobre los antidepresivos recetados y problemas que puedan estar relacionados con el medicamento, deben tratarse con el médico.

El litio ha sido por muchos años el tratamiento de elección para el trastorno bipolar por su efectividad para prevenir los extremos del estado de ánimo comunes en este trastorno. Su uso debe ser supervisado cuidadosamente por el médico, ya que hay poca diferencia entre las dosis efectivas y las tóxicas. Si una persona tiene un trastorno preexistente de tiroides, renal, cardíaco o epilepsia, el litio puede no ser recomendable. Afortunadamente, otros medicamentos han demostrado ser útiles para controlar cambios de ánimo extremos. Entre estos se encuentran dos anticonvulsivos: la carbamazepina (Tegretal®) y el ácido valproico (Valcote®). Ambos medicamentos han tienen una aceptación amplia en la práctica clínica. El ácido valproico ha sido aprobado por la Administración de Alimentos y Drogas de los EE.UU. (Food and Drug Administration, FDA) como un tratamiento de primera línea para la manía aguda. Otro anticonvulsivante que se ha empezado a utilizar es la lamotrigina (Lamictal®). Se está estudiando qué tan eficaces son éstos y otros fármacos para el tratamiento del trastorno bipolar. Más recientemente se están utilizando medicamentos de la familia de los llamados neurolépticos atípicos, tales como quetiapina (Seroquel), risperidona (Risperdal), olanzapina (Zyprexa), ziprasidona (Zeldox) y aripripazol (Abiliby).

La mayoría de las personas con trastorno bipolar toman más de un medicamento. Junto con el litio y un anticonvulsivo, el paciente puede necesitar un medicamento para otros síntomas que se asocian frecuentemente con la bipolaridad: agitación, ansiedad, depresión e insomnio. Es de vital importancia encontrar la mejor combinación posible de estos medicamentos para cada paciente. Para esto se requiere que el médico supervise el tratamiento cuidadosamente.



Psicoterapias
Muchas formas de psicoterapia, incluso algunas terapias a corto plazo (10-20 semanas), pueden ser útiles para los pacientes deprimidos. Las terapias "de conversación" ayudan a los pacientes a analizar sus problemas y a resolverlos, a través de un intercambio verbal con el terapeuta. Algunas veces estas pláticas se combinan con "tareas para hacer en casa" entre una sesión y otra. Los profesionales de la psicoterapia que utilizan una terapia "de comportamiento" procuran ayudar a que el paciente encuentre la forma de obtener más satisfacción a través de sus propias acciones. También guían al paciente para que abandone patrones de conducta que contribuyen a su depresión o que son consecuencia de su depresión.

Estudios de investigación han comprobado que dos psicoterapias a corto plazo son útiles para algunas formas de depresión. Se trata de la terapia interpersonal y de la cognitiva-conductual. Los terapeutas interpersonales se concentran en los problemas en las relaciones con los otros que causan y agravan la depresión. Los terapeutas cognitivo-conductuales ayudan a los pacientes a cambiar los estilos negativos de pensamiento y comportamiento que se asocian con la depresión.

Las terapias dinámicas o "de insight", que se usan en ocasiones para tratar personas deprimidas, apuntan a ayudar al paciente a resolver sus conflictos. Estas terapias a menudo se reservan para casos en que los síntomas depresivos han mejorado bastante. Para obtener mejores resultados, los cuadros depresivos severos (en especial los que son recurrentes) por lo general requieren medicamentos junto con, o antes de, una psicoterapia.



Fuente: Psicomedica

ARTÍCULO: ¿Cómo prevenir la depresión?

En el diario La Segunda Online, podemos encontrar un artículo de Rosario Covarrubias M., en el que nos invita a reflexionar sobre los elementos que nos pueden ayudar a prevenir esta enfermedad.

En Chile, un 15% de la población sobre 15 años se encuentra con algún trastorno depresivo. Vendría siendo la plaga del siglo, por lo que tomar en cuenta estos elementos vendría siendo necesario para protegernos de la aparición de esta.

- Evitar el estrés prolongado: El estrés es la respuesta normal del cuerpo ante una situación que resulta un desafío, permitiendo a la persona adaptarse de mejor manera para enfrentar las dificultades. El cuerpo actúa en estado de alerta, por lo que se producen una serie de cambios fisiológicos. El estrés se convierte en dañino cuando se mantiene en el tiempo, quedando la persona vulnerable a distintas enfermedades, entre ellas, depresión.
- Sentirse vinculados a grupos de pertenencia: Sentir que se forma parte de un grupo, donde existen vínculos con otros, en el que se valora la opinión de quienes lo conforman y donde uno se siente valorado.
- Evitar situaciones de violencia: Ser víctima de violencia, tanto física como psicológica, es una situación tremendamente estresante, más aún cuando se reciben continuamente críticas, que llevan a la persona a insegurisarse y a evitar el contacto con otros, por lo que se va desvinculando de sus grupos de pertenencia. 
- Encontrarle sentido al trabajo y las actividades que se realizan:  Estar contento con el trabajo que se realiza, más allá de servir sólo de sustento, y sentir que lo que se hace tiene una trascendencia y es coherente con los intereses de cada uno, es una forma de prevenir estados depresivos.
- Actividad Física: Hacer ejercicio estimula la secreción de endorfinas que provocan una sensación de bienestar natural. Además, hacer ejercicio ayuda a que la persona se mantenga saludable y conforme con su propio cuerpo.
- Ser ordenado con los horarios y hábitos alimenticios: Levantarse temprano después de dormir bien y cuidar la alimentación ayuda a mantenerse saludable.
- Cuidado de la apariencia: Mantenernos atentos a cómo nos vemos hace que nos sintamos más seguros.
- Velar porque predominen actividades placenteras: Cada día debiéramos procurar hacer más actividades placenteras que displacenteras. Muchas veces nos toca realizar labores que no nos gustan o que nos producen tristeza, como por ejemplo, ir a ver a alguien cercano que está muy enfermo. Nuestra visita es importante pero después sería beneficioso para nosotros realizar alguna actividad que nos ayude a  cambiar nuestro estado emocional. Puede ser algo tan simple como escuchar una música que nos levante el ánimo.
- Fines de semana para cuidar las relaciones con familiares y amigos: Cuidar los tiempos de esparcimiento y de comunicación con amigos y familiares. Existen momentos en que la sobrecarga de responsabilidades lleva a  algunos a tener que dedicarle tiempo al trabajo los fines de semana, pero esto debiera ser una excepción y no la norma.
- Hacer algo nuevo: Voluntariamente debemos buscar salir de la rutina, en la que caemos muy fácilmente, para estimular nuestra mente, ser capaces de sorprendernos y reencantarnos con imágenes, sonidos, información, conversaciones nuevas.
- Utilizar la creatividad: El placer de generar algo que no existe y que es producto de nuestra imaginación y esfuerzo es una actividad muy gratificante que nos protege de la depresión.
- Estar en contacto con la naturaleza: Salir a espacios verdes donde disminuye el ruido y donde cambia el color gris predominante de la ciudad, de forma habitual, es también una forma de descansar y de protegernos de la depresión.

¿Crees que haz tenido o tienes depresión?

Como adolescentes, sabemos que los síntomas que mencionamos en entradas anteriores los haz sentido. Todos hemos pasado por momentos de decaimiento, de desánimo, de desesperación por cambiar esto, pero en cambio, empeoramos.

Es común, tranquila/o
En la adolescencia, es común que sientas que tienes depresión. Los cambios hormonales, las diferentes experiencias que vivimos, los cambios bruscos de estado de ánimo, las relaciones personales, las relaciones con nuestros padres, TODO nos afecta. Es normal, por eso, no creas que tienes depresión de inmediato. Un diagnóstico acelerado simplemente será peor. El creer que tienes depresión puede generar una verdadera depresión y obviamente no queremos eso. La adolescencia es una hermosa etapa de la vida y no queremos que en el futuro te arrepientas por no haberla disfrutado!



Mantén una buena comunicación
El conversar es esencial, sobretodo con tus padres. Hacerles saber de lo que te pasa es importante, ya que notarán cuando algo te pase y podrán ayudarte, porque como ya sabemos, nuestros padres tienen mucha más experiencia que nosotros y siempre tienen un consejo para ayudarnos... Y no querrán que estés mal o tu enfermedad se agrave.



Siempre positivos
Mantener un pensamiento positivo y esperanzador siempre te ayudará si estás pasando por una depresión grave o simplemente un mal momento. Debes creer en ti y en que eres más fuerte que cualquier problema. Recuerda que siempre después de la tormenta viene el sol.




Disfruta 
A veces, cuando estamos mal, simplemente es mejor evadir los pensamientos realizando actividades que nos distraen, como por ejemplo hacer deporte, leer, pintar, o dedicarte a hacer lo que te gusta, como dormir! Dormir es lo mejor para no pensar tanto mientras estás tirado en tu cama mirando al techo. Realiza actividades que realmente te agraden y disfrútalas al máximo, disfruta al máximo tus momentos de felicidad.



Ríe cuando puedas, y llora cuando debas. Exprésate. Siéntete libre, pero jamás reprimido. Si necesitas ayuda recurre a ella y piensa en que siempre hay personas que estamos aquí para ayudarte!




Prevención de la depresión en la adolescencia

A pesar de que la depresión tenga en parte, un origen genético, cierto es, que una actitud pesimista ante la vida es un elemento detonante y determinante en su aparición.

Muchas familias, están dejando de ser el elemento que aportaba recursos muy útiles, que facilitaban al adolescente, el objetivo de lograr esas competencias básicas que le servirán para toda la vida y le enseñaban a ser, a respetar, comunicarse y a encajar los diferentes problemas futuros.

Podemos afirmar que puede que haya aumentado en nuestra sociedad, la tendencia al aislamiento, la insatisfacción y la dependencia, la falta de compromiso, el individualismo, el bajo rendimiento académico, la falta de esfuerzo y la necesidad de cubrir sus necesidades aquí y cuando yo lo diga.

Los problemas de relación, ya sea con los compañeros o con los padres suelen ser el elemento que incide de una manera muy importante en la aparición de la depresión

Un adolescente deprimido tiene menos amigos, se relaciona peor, es menos simpático y su concentración y memoria disminuyen, con lo que su autoestima y autoconcepto, están más bajos de lo que habitualmente debiera ser.

Podemos afirmar que dos deficiencias importantes, que se manifiestan en la aparición de la depresión juvenil son:

· La falta de capacidad para relacionarse.
· La forma de interpretar los reveses y contratiempos de la vida.

Así mismo, numerosas investigaciones demuestran que los estados depresivos en jóvenes mejorar si les enseñamos a:

· Modificar las pautas de pensamiento.
· A hacer amigos.
· A relacionarse mejor con sus padres.
· A comprometerse con actividades sociales atractivas.

Está meridianamente claro, que debemos desarrollar en nuestros adolescentes tanto la inteligencia creativa como la emocional, y que éstas, se pueden desarrollar.

Descuidar la inteligencia emocional y sólo fijarse en los contenidos académicos, puede conducir al adolescente a la depresión, la agresividad o a los trastornos alimentarios.

Pero seguro que todos nos preguntamos ¿Qué lo que les debemos enseñar, para evitar los procesos depresivos?


A nuestros adolescentes les debemos enseñar a:

1. Hacer frente a estados de ánimo como la ansiedad, el abatimiento o el enfado.

2. Capacidad para identificar, expresar y controlar los sentimientos.

3. La habilidad para controlar sus impulsos.

4. Las gratificaciones no son inmediatas.

5. Manejar las sensaciones de tensión y de ansiedad.

6. Dominar los impulsos diferenciando entre los sentimientos.

7. Controlar el impulso de actuar.

8. Aprender a adoptar las mejores decisiones emocionales.

9. Identificar las distintas alternativas de acción y sus posibles consecuencias.

10. Saber escuchar.

11. Saber resistir a las influencias negativas.

12. Asumir la perspectiva de los demás.

13. Capacidad de interpretar los signos emocionales y sociales.

Debemos lograr que nuestros adolescentes utilicen un protocolo de actuación que sirva para el control de los impulsos (D. Goleman 1996)

· Detente, serénate y piensa antes de actuar.
· Expresa el problema y di cómo te sientes
· Proponte un objeto cumplido
· Piensa en varias soluciones.
· Piensa de antemano las consecuencias
· Sigue adelante y trata de llevar el mejor plan.

Tenemos para que nuestros jóvenes, tengan una mayor autoconciencia emocional profundizando en el conocimiento de las emociones y los sentimientos.

Insistiremos en el control de las emociones, mejorando la tolerancia a la frustración y el mejor manejo de la ira, buscando que tengan una menor impulsividad y un mayor autocontrol.

Es muy importante que vean que es fundamental asumir el punto de vista del otro, tener una mayor capacidad para escucharlo y una mayor sensibilidad hacia los sentimientos de los otros.

Debemos enseñarles a resolver los conflictos y negociar los desacuerdos, así como que deben ser más solidarios, cooperadores, participativos y sociables.



Consecuencias de la depresión

  • Mala apariencia y descuido personal
  • Alteración del sistema inmunológico, con lo que hay una mayor disposición a contraer enfermedades.
  • Retiro social
  • Problemas en la escuela o trabajo
  • Abuso de alcohol, drogas, chocolates, comida.
  • Experimentar insatisfacción general por lo que se está realizando, ser más irritables o tristes de los que eran antes, perder la razón sobre la vida, no creer en ilusiones. 


Estas son algunas de las consecuencias que puede causar la depresión en nuestras vidas, lo cual afecta mucho nuestra calidad de vida. 
    Los pensamientos de la persona que padece depresión frecuentemente son ideas negativas de si mismo, sobre el presente y el futuro. Las personas deprimidas pueden tener dificultad con la concentración y la memoria, y muchas veces les cuesta tomar decisiones. 
      A medida que la depresión se agrava, el paciente puede sentirse inútil y sin esperanzas. Algunos sienten que ya no vale la pena vivir y esto puede traerles ideas de suicidio. Este es el punto final de una depresión que no se ha tratado de una manera conveniente y consecuencia fatal de la misma. 
        La depresión afecta también a nuestro organismo ocasionando alteraciones como perdida de peso, insomnio, falta de apetito o también puede causar lo contrario; aumento de apetito y de peso. Las personas deprimidas suelen sentirse cansados y sin energías y muchas veces pierden el interés sexual. Todas son consecuencias de la depresión. 
          El suicidio es una de las consecuencias fatales de la depresión. 
            La enfermedad de la depresión viene acompañada de angustia, una impresión de espanto por algo no especifico que podría acontecer. Puede haber fobias, ósea temor a situaciones especificas, como la claustrofobia, temor a permanecer encerrado o la agorafobia, el temor a estar en lugares abiertos, todas estas consecuencias de la depresión. 
              El llorar con frecuencia o el solo sentir deseos de hacerlo es una señal en algunos depresivos, como lo es también el mostrar exageración en cuestiones de salud, o el entrar en rodeos cuando se trata de tomar medidas. Estas manifestaciones indicadas son consecuencias de la depresión. 
                A veces el paciente depresivo no colabora con la recuperación porque no dicen nada lo que sienten; se resignan a pensar que el ir envejeciendo es sinónimo de sentirse desdichado; que no tiene derecho de quejarse o que todos estos nefastos sentimientos se deben a alguna dolencia física. 
                  Como esta demostrado la depresión causa muchas consecuencias tanto en lo físico como en la parte mental que afectan nuestra calidad de vida. Es muy primordial darle importancia al tratamiento para esta enfermedad, ya que con el tiempo puede agravarse, y puede generar consecuencias fatales como el suicidio.

                  Causas de la depresión

                  La depresión a menudo puede ser transmitida de padres a hijos; esto puede deberse a los genes (hereditaria), comportamientos que se aprenden en el hogar o ambos. Incluso los genes hacen que usted sea más propenso a presentar depresión, si un hecho estresante o infeliz en la vida le ocurre a la persona generalmente desencadena esta afección.



                  Muchos factores pueden causar depresión, como:
                  • Alcoholismo o drogadicción
                  Afecciones y tratamientos médicos, como:
                  • ciertos tipos de cáncer
                  • dolor prolongado
                  • problemas para dormir
                  • medicamentos esteroides
                  • baja actividad de la tiroides (hipotiroidismo)
                  Situaciones o hechos estresantes en la vida, como:
                  • maltrato o rechazo
                  • ruptura de relaciones con el novio o la novia
                  • ciertos tipos de cáncer
                  • muerte de un amigo o familiar
                  • divorcio, incluso el divorcio de los padres
                  • desaprobar una asignatura
                  • enfermedad en la familia
                  • pérdida del trabajo
                  • aislamiento social (causa común de depresión en los ancianos)
                  Consulte aquí si desea saber más causas

                  Síntomas de la depresión

                  • Estado de ánimo irritable o bajo la mayoría de las veces.
                  • Pérdida de placer en actividades habituales.
                  • Dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño.
                  • Cambio grande en el apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso.
                  • Cansancio y falta de energía.
                  • Sentimientos de inutilidad, odio a sí mismo y culpa.
                  • Dificultad para concentrarse.
                  • Movimientos lentos o rápidos.
                  • Inactividad y retraimiento de las actividades usuales.
                  • Sentimientos de desesperanza y abandono.
                  • Pensamientos repetitivos de muerte o suicidio.


                  La baja autoestima es común con la depresión, al igual que los ataques repentinos de ira y falta de placer en actividades que normalmente lo hacen sentir feliz y bien, entre ellas, la actividad sexual en los adultos.
                  Es posible que los niños deprimidos no tengan los síntomas clásicos de la depresión en los adultos. Hay que estar pendiente especialmente de los cambios en el rendimiento escolar, el sueño y el comportamiento. 

                  La depresión puede ser más común en las mujeres que en los hombres, aunque es posible que esto se deba a que las mujeres tienden más a buscar ayuda para este problema. La depresión también es más frecuente durante los años de adolescencia.

                  lunes, 14 de octubre de 2013

                  Tipos de depresión

                  Como sucede con la mayoría de las enfermedades la depresión también tiene una clasificación, según origen y efectos. Los distintos tipos de trastornos depresivos son:

                  Depresión severa
                  Es el grado más alto de la enfermedad que se traduce en una incapacidad absoluta para trabajar, estudiar, dormir, comer o realizar cualquier tipo de actividad cotidiana o que producían placer como ocurre en los casos en que se abandonan las aficiones y el esparcimiento. Por lo general existe cierta predisposición a padecer la enfermedad, y si bien un caso de depresión severa puede ocurrir sólo una vez en la vida, es frecuente que se repita en el tiempo. 

                  Distimia
                  Es un nivel menos grave de depresión que incluye síntomas crónicos a largo plazo, por lo general un mínimo de 2 años. Es muy fácil confundir un estado de distimia con estrés o cansancio. Los efectos de este tipo de depresión no incapacitan tanto pero impiden un normal desarrollo de los hábitos más comunes. Afecta entre el 3 y el 6% de la población general. Los síntomas han sido descritos como un "velo de tristeza" que afecta a la mayoría de las actividades. Los pacientes no muestran cambios aparentes en la conducta o comportamiento diario, aunque tienen menos energía, una negatividad general, y un sentido de insatisfacción y desesperanza.

                  Trastorno bipolar
                  También conocido como enfermedad maníaco-depresiva, es bastante infrecuente pero no por eso menos grave. Se caracteriza por cambios cíclicos en el estado de ánimo: fases de ánimo elevado o eufórico (manía) y fases de ánimo bajo (depresión). Los cambios anímicos suelen ser paulatinos pero hay que prestar especial atención a cada uno de ellos. Cuando la persona atraviesa el período depresivo, es común observar todas las características de una depresión severa. Por su parte cuando se manifiesta el ciclo maníaco, es posible que en la euforia e hiperactividad de esta fase, la persona se vea involucrado en problemas o emprendimientos (económicos, personales, etc.) que luego no podrá manejar. El trastorno bipolar se encuentra a un paso de un estado psicótico (pérdida temporal de la razón).

                  Depresión posparto
                  Definida en los tratados médicos como “baby blues”, esta sensación de tristeza, llanto repentino y dificultades de la concentración, suelen manifestarse aproximadamente a los 4 días posteriores a dar a luz, y desaparecen alrededor de los 10 días. Sin embargo pueden llegar a intensificarse y perdurar. En ese caso se está ante la presencia de una depresión post-parto y es necesario requerir asistencia profesional para salir de esa condición. 

                  D.A.E
                  O Desorden Afectivo Emocional. Es la depresión que ocurre en la misma temporada cada año, por lo general durante los meses de otoño o de invierno. También existe una clase más rara, la cual ocurre a principios del verano y termina en el otoño. Esta no es una tristeza normal, debido a que persiste por mucho tiempo y es preciso solicitar ayuda médica.

                  Depresión Doble
                  En un estudio a largo plazo, casi todos los pacientes con distimia sufrieron como mínimo un episodio de depresión mayor (a veces denominada como depresión doble) en algún momento de su vida. Algunos expertos creen que estas depresiones dobles deben ser consideradas como parte del curso natural de la distimia. Las mujeres pueden ser más susceptibles a la depresión doble. 

                  Depresión Atípica
                  Las personas con depresión atípica generalmente comen y duermen con exceso, tienen un sentido general de pesadez, y un sentimiento muy fuerte de rechazo.



                  VIDEO: ¿Qué es la depresión?


                  He aquí un video más explicativo y gráfico respecto a la enfermedad.